Las luminarias solares para alumbrado público son fuentes de luz que son generados por los paneles fotovoltaicos generalmente montados sobre la estructura de iluminación. Los paneles fotovoltaicos cargan una batería recargable, que alimenta una lámpara fluorescente o LED durante la noche. Las luminarias solares para alumbrado público están diseñadas para trabajar durante toda la noche. Muchos pueden estar encendidos durante más de una noche si el sol no está disponible por un par de días. Los modelos más antiguos incluyen lámparas que no eran luminarias de LED. Las luces solares instalados en regiones con fuertes vientos están generalmente equipados con paneles planos para hacer frente a los vientos.
Los últimos diseños utilizan la tecnología inalámbrica y la teoría de control difuso de la gestión de la batería. Las luces de la calle utilizando esta tecnología pueden operar como una red y cada luminaria o lámpara tiene la capacidad de trabajar dentro o fuera de la red.
Las luminarias solares para alumbrado público se clasifican generalmente en dos tipos:
Luminarias solares autónomas.
Las luminarias solares para alumbrado público autónomas tienen paneles fotovoltaicos montados en la estructura. Cada farola tiene sus propios paneles fotovoltaicos y es independiente de las demás luces.
Luminarias solares centralizadas.
Las luminarias solares para alumbrado público también pueden trabajar centralmente. En este tipo, los paneles fotovoltaicos para un grupo de luminarias solares para alumbrado público se montan por separado. Todas las luces de la calle en un determinado grupo están conectadas a esta fuente de energía central.
Las luminarias solares utilizan la forma de energía más limpia que existe, el sol, además una luminaria solar puede iluminar áreas remotas donde no hay energía eléctrica disponible, lo cual es una opción a tener en cuenta para las zonas rurales donde el servicio eléctrico es por pequeños grupos electrógenos o en algunos casos ninguno. Las lámparas solares son 100% autónomas por lo que pueden trabajar durante años sin costo de energía ya que los LEDS de una luminaria solar pueden tener una vida útil de 50,000 horas.
Cuentan con sensores de luz para encendido y apagado al oscurecer y al amanecer respectivamente, y lo más importante al no depender del suministro de una red eléctrica son inmunes a fallas de energía o “apagones” comunes en las lámparas convencionales conectadas a la red de energía eléctrica.
Al ser independientes de la red eléctrica, los costos de funcionamiento se reducen al mínimo, además requieren menos mantenimiento en comparación con farolas convencionales. El cableado exterior se elimina, por tanto los accidentes quedan reducidos al mínimo y si a todo esto le sumamos que las luminarias solares constituyen una fuente de electricidad no contaminante y que las piezas del sistema solar para la iluminación pública se pueden llevar fácilmente a zonas intrincadas y remotas.
Componentes de una luminaria solar.
El sistema está conformado por uno o dos módulos fotovoltaicos, cuya capacidad depende del tipo de luminaria que emplee. Este arreglo debe tener una inclinación de entre 15° y 40° hacia el sur con respecto a la horizontal, dependiendo del sito de instalación, además de ser orientados al sur geográfico. Para almacenar la energía que será utilizada en las noches se emplea un banco de baterías especialmente diseñadas para aplicaciones fotovoltaicas y libres de mantenimiento. Dependiendo del tipo de luminario, las baterías se conectan de tal forma que se obtienen 12V y una capacidad de 115 a 345 Ah.
La luminaria para exterior provee elevado flujo luminoso, larga vida, modular y confiable para iluminación de calles y otras aplicaciones públicas como privadas. Usando LED de elevada calidad que proporciona una excelente rendimiento en eficiencia luminosa, tiempo de vida y temperatura. Las lentes de grado óptico integradas y la cubierta transparente permiten un patrón de iluminación optimizado sobre la vía pública, que proporcionan una buena distribución de luz. El disipador está diseñado para optimizar la eliminación de calor.
El controlador de carga es el encargado de proteger al banco de baterías de operar fuera de sus condiciones nominales de diseño (descarga o sobrecarga excesiva), así como de encender y apagar la luminaria; se trata del centro operativo del equipo fotovoltaico.
El controlador de carga detecta automáticamente la ausencia de luz encendiendo las lámparas y tomando energía del banco de baterías así mismo a través de los módulos detecta el amanecer apagando automáticamente la lámpara evitando una sobredescarga del banco de baterías.
Las luminarias solares autónomas podrían resultar una excelente apuesta para el gobierno cubano en su actual política sobre las fuentes renovables de energía y el programa que está llevando a cabo desde hace unos años para la electrificación de viviendas aisladas en zonas rurales inaccesibles por el Sistema Electroenergético Nacional, junto con los Sistemas Solares Domésticos las luminarias solares podrían dar un poco más de confort a nuestros campos.
Fuente: GodaviSolar